JO NECESSITO UNA ALTRA BARCELONA, I TU?

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Barcelona Decideix

dissabte, 27 de gener del 2007

POR EL CATALÁN EN LA ESCUELA



Últimamente, sectores afines a "CIUTADANS PER CATALUNYA" están llevando a cabo una campaña de recogida de firmas, con la intención de instaurar una escuela en castellano.

No hay duda de que, un hecho como éste, supone crispar el clima de convivencia entre los catalanes y una división social, alimentado sin duda por los ultra nacionalistas españoles (recordemos que CIUTADANS PER CATALUNYA cuenta con el beneplácito del PP y otras formaciones de la derecha española).

Ni que decir tiene que, de prosperar la propuesta, supondría la desaparición del actual modelo que permite conocer las dos lenguas oficiales de Catalunya.

A través de la enseñanza, los gobiernos han de buscar el máximo consenso social para alcanzar el objetivo del pleno conocimiento, tanto del catalán como lengua oficial propia, como de la lengua oficial del Estado.

La lengua catalana es patrimonio y derecho universal de toda la ciudadanía catalana, constituyendo uno de los valores de identidad y de pertenencia a un pueblo, y se erige como valor fundamental de integración social de la comunidad.

Alcanzar un total conocimiento del catalán por todos los ciudadanos y ciudadanas es un objetivo irrenunciable al que tiene que dar una solución el sistema educativo. La escuela ha de contribuir en este proceso asegurando el conocimiento de la lengua a todo el alumnado, en tanto que constituye un derecho individual de las personas para la no discriminación y es un instrumento fundamental de comunicación, de integración y de sentimiento de pertenecer a un país.

Sólo el consenso y el compromiso de todos los partidos políticos permitirá llevar a cabo acciones políticas que permitan aplicar una normativa que desactive este nuevo intento de la derecha de desestabilización y ruptura de la cohesión de la sociedad catalana.

48 comentaris:

Anònim ha dit...

Estimado Manel,
exigir el derecho de recibir la enseñanza en la lengua materna te parece "crispar el clima de convivencia"? Por favor, eso es franquismo puro: imposición de una lengua sobre otra desde las instituciones públicas. Me da igual la que sea. Y para justificarlo, la típica retahíla de descalificaciones: Ciutadans son la derechona, tienen el beneplácito del PP, etc. De ahí a acusarlos de ser los herederos del fascismo no hay más que un paso.
La solución es fácil: enseñanza en la lengua materna y obligación de conocer la otra lengua cooficial. Eso no va contra el derecho a recibir la educación en catalán. Pero a los nacionalismos, como le pasó al nacionalismo españolista con Franco, no les gusta la diversidad, la consideran una amenaza, "crispar el clima de convivencia" y una "división social". Así que todos iguales. De todas maneras, me has sorprendido. No te creía un fundamentalista del catalanismo, como demuestra el hecho de que escribas el blog en castellano.
En todo caso, me gustaría debatir sobre este tema sin acritud, porque hay muchos datos que desconozco.

Un saludo cordial.

Anònim ha dit...

Renato, soy Anna, licenciada en filólogia hispánica y licenciada en filología catalana, disciplina en la cual en este momento tengo la suficiencia investigadora y estoy confeccionando mi tesis doctoral. Como filóloga, soy defensora de todas las lenguas del mundo, de todas. La riqueza de una lengua es incalculable. Y como filóloga, no como catalana ni como catalanista ni nada parecido, te voy a hablar. Quiero participarte que hay mucho desconocimiento sobre la enseñanza en Catalunya y que se han dicho muchas mentiras. Yo ahora trabajo en la Universidad, pero también he trabajado en secundaria. Los niños reciben aquí las mismas horas a la semana de catalán que de castellano (que, por cierto, son muy pocas, como demuestra el fracaso escolar y los bajos conocimientos y rendimientos). Lo que ocurre es que el catalán está en una situación muy desfavorable. Te aseguro que es así, hay un montón de estudios serios y detallados que ahora no puedo citar porque sería muy largo, pero que lo demuestran. Corre un grave riesgo de desaparecer o de quedar reducida a una lengua tan adulterada que pierda toda su identidad propia. Como estoy segura que eres una persona de cultura, creo que me entenderás. Estamos hablando de una lengua con más de 1000 años de historia, que posee una de las literaturas medievales más importantes de las lenguas románicas. Creo que convendrás conmigo que es un bien que hay que salvaguardar.
Sólo hay una manera de hacerlo, y esa manera empieza por la enseñanza. Te aseguro que no hay ningún ciudadano educado en Catalunya que no hable perfectamente el castellano. En cambio, hay muchos que desconocen casi por completo el catalán.
El uso y el conocimiento de la lengua propia dentro del territorio al que pertenece es un derecho inalienable del ser humano. Cada día desaparecen lenguas en el mundo, riqueza incalcuble, como cuando desaparecen especies animales o crece el agujero de ozono.
En Catalunya no hay crispación ni pasa nada, excepto para muy pocos, un grupúsculo insignificante y fascista (te lo aseguro) que se empeña en hacer ruido para desestabilizar. Los niños (marroquíes, subsharaianos, sudamericanos, rumanos, rusos, etc.) aprenden las dos lenguas sin problemas. Y lo sé porque tengo un bolivianito en casa.
Hay que luchar por la cultura, siempre, y aceptar que en el Estado español hay grandes diferencias. Desde los territorios en los que culturalmente todo está instaurado (quiero decir, por ejemplo, un señor de Ávila no tiene problemas de lengua ni de cultura)no es fácil comprender qué ocurre aquí o en Euskadi. Por no decir en Galicia, donde han establecido un gallego estandar que parece castellano, empobrecido y adulterado.
Como habrás visto, me he expresado sin acritud, pero espero que, dado que estamos hablando de un tema que conozco muy bien, leas con detenimiento mi post y trates de comprender lo que digo.
Saludos,
Anna

MANEL MORA ha dit...

Sin acritud y con tranquilidad, como lo hemos hecho hasta ahora. Pero con dos condiciones. Que no trates los temas lingüísticos como si se tratara de uno futbolístico (de lengua y de futbol, todo el mundo entiende) y que respetes mi condición de lingüista: Licenciado en filología hispánica por la Universidad de Barcelona y Licenciado en filología catalana por la UB. He llevado a cabo estudios sociolingüísticos sobre la lengua catalana en todo el territorio en que se habla -Andorra, Illes Balears, Catalunya y País Valencià (por lo que puedo exponer mis ideas no desde un punto de vista político, sino histórico y lingüístico). Exijo el respeto que tendrías con un científico que hablara de física cuántica o de la teoría de la relatividad (E=mc²). Si es así, si lo que quieres es aprender (he sido profesor agragado a cátedra durante 25 años), si lo que quieres es desvelar lagunas de conocimiento lingüístico, debatimos cuando quieras. Si por el contrario, cuando exponga una teoría lingüística le vas a dar el valor de una discusión de taberna, entonces, búscate a otro para explayar tu nacionalismo español.

A otra cosa. Precisamente, el hecho de escribir el bloc en castellano es prueba irrefutable de la falta total de fundamentalismo en mi ideario. El hecho de haber nacido en Ciudad Real, y haberme criado aquí, demuestra que en la sociedad catalana hay una absoluta ausencia de fundamentalismo. Mis padres fueron inmigrantes, llegaron a esta fabulosa tierra y nos acogió respetando nuestra diversidad. Nadie nos puso una pistola en el pecho y nos obligó a adoptar la lengua y las costumbres catalanas (a diferencia, digas lo que digas, de lo que propagan los nacionalistas españoles). Yo soy un buen ejemplo viviente de que en Catalunya todo el mundo puede expresarse en la lengua materna (a diferencia, también, de lo que postulan dichos partidos).

Y esto, amigo Renato, no me lo puedes contradecir de manera alguna, a no ser que reescribas mi vida.

Por cierto, y con esto finalizo, deberíais sentiros orgullosos de la riqueza lingüística que tiene el Estado español. Goza de tres de las lenguas que más literatura ha generado: la galaico-portuguesa (¡qué preciosidad las Cantigas!), el catalán (admirado universalmente por su literatura y poseedora, entre miles de obras, de un libro que está a la altura del fabuloso D. Quijote, "Tirant lo Blanc") y el castellano (lengua de 400 millones de personas y con una literatura más que rica, "alucinante", si me permites un término propio de mis alumnos). Pero vuestro orgullo no debería acabar aquí: poseemos la riqueza de una lengua "única" en el planeta: el Euskera. Cuyo origen es totalmente desconocido.

Yo me siento orgulloso. ¿Y tú? ¿Se sienten también orgullosos los talibanes españolistas?

PD: ya me has comparado con el régimen asesino-fascita anterior en 3 o 4 ocasiones. Entérate de una vez: soy de lo que tenía cuernos y rabo y luche contra aquél innombrable para que hoy tú disfrutes de una buena democracia.

Un abrazo sincero.

Anònim ha dit...

En primer lugar, Anna, muchas gracias por tu respuesta.
A mi juicio, en este tema de las lenguas hay como dos niveles: Uno, que tú has definido muy bien, el de la lengua como un patrimonio cultural, una forma de ver el mundo, etc. que sufre el problema de ser minoritaria y luchar por su supervivencia en una sociedad globalizada.
Pero paralelamente hay también un problema de libertad y de imposición (es a lo que hacía referencia con lo del franquismo). Las identidades: un pueblo - una nación - una lengua son simplificaciones interesadas de la realidad. Mi opinión sobre la situación de zonas como Cataluña es contraria al bilingüismo: cada cual debe ser educado en su lengua materna, y tener derecho (no obligación) de conocer la otra. El bilingüismo siempre será la imposición de "otra" lengua que no es la tuya, por muy minoritaria o mayoritaria que sea. Para mí no es problema que un catalanoparlante reciba íntegra la educación en catalán. Y no esté obligado a aprender castellano. Por muy cooficial que sea. Pero tampoco que el catalán sea obligatorio. O si no pasará como en el Valle de Arán. Me parecería una burrada que los pobres araneses tuvieran que aprender (a la fuerza) aranés, catalán y castellano. Mejor la libertad siempre.
Te voy a poner un ejemplo. Yo vivo en Yecla, un pueblo al norte de la región de Murcia. Aquí hay una pedanía de unos 300 habitantes cuya lengua materna es el valenciano.¡Pero se les obliga desde pequeños a aprender el castellano, y como están en la región murciana, no tienen derecho a recibir la educación en su lengua materna, ni siquiera conocen el valenciano escrito, porque nadie se lo ha enseñado! Eso también me parece un disparate, ¿no crees?

Un saludo.

Anònim ha dit...

Tendrías razón si habláramos de imponer el catalán fuera de sus fronteras. Pero tu propio argumento es el mío. Si estamos en Catalunya, es nuestra lengua la que hay que aprender. La otra es impuesta. Pero aún así, yo, como filóloga, lo que desearía es que todos conociéramos la mayor cantidad posible. Sería una maravilla poder leer a cada escritor en su lengua, ¿no crees?. Qué fácil es querer que nuestros hijos hablen inglés, francés o italiano, y qué difícil agradecer la posibilidad de que aprendan una lengua que debería tener (y no tiene) los mismos derechos a desarrollarse en libertad.
Yo conozco mucha gente (muchísima, la mayoría) castellanoparlante, que lo que quiere es que sus hijos se eduquen en las dos lenguas por igual, porque cualquier cuestión que redunde en la mayor educación de sus hijos, es un logro, no un lastre.
Creo que fuera de Catalunya se vende la película de una manera que no responde a la realidad, te lo digo con toda la honestidad del mundo. Por eso hay quien dice las cosas que tú me has dicho. Si vivieras aquí o hablaras con gente que está aquí, estoy segura que verías claramente que la situación es otra.
Saludos,
Anna

Anònim ha dit...

Perdona, Manel,
nunca te he relacionado con el régimen franquista. Lo único que digo es que podemos caer (yo también) en actitudes y situaciones parecidas a las que criticamos en el franquismo. El fundamentalismo lingüístico es una de ellas. Como puedes leer en mi post anterior, yo vivo en un sitio donde se da una situación parecida, pero al contrario. Apelando a tu condición de lingüista, no sé si conocerás la situación de Raspay, Torre del Rico y otras pedanías de la región de Murcia donde se habla valenciano. Son minoritarios, pero no tienen derechos lingüísticos, porque como los derechos son de los territorios, y el idioma propio de la región de Murcia es el español... Muy cerca, en Villena, se da la misma situación, pero esta vez son castellanoparlantes a los que obligan a aprender valenciano porque es el idioma cooficial de la Comunidad Valenciana. Y les piden el conocimiento de una lengua extraña a ellos para oposiciones, puestos de trabajo en su propia región, etc. Muchos de ellos se van obligados a emigrar. Fundamentalismo lingüístico. Las lenguas las hablan las personas, no los territorios.
Y quería contestar otra cosa a Anna: eso de que los catalanes conocen perfectamente el castellano está dejando de ser verdad. No hay más que darse una vuelta por las webs de las universidades catalanas para ver que sus páginas en castellano están plagadas de errores ortográficos, importados en su mayoría del catalán.
Este tema me parece interesantísimo, y os agradecería que tuviérais paciencia conmigo. Yo he sido durante más de 20 años profesor de inglés y de lengua en colegios de primaria y ahora lo soy de Filosofía en un IES. Me gusta mucho darle la vuelta a lo políticamente correcto y a los planteamientos hechos desde la ideología, sin argumentos racionales. Por eso muchos de mis posts han podido ser provocadores -y lo seguirán siendo- pero desde una actitud de entendimiento que espero compartir con vosotros.

Un saludo muy cordial.

Anònim ha dit...

¡¡¡Bufff!!!... Con estos curriculums... ¿Qué puedo decir yo?...
Mi bagaje cultural, es el día a día y mi universidad; la gente, el mercado, las instituciones, el colegio de mi hija... El codo a codo con mis conciudadanos en las gestiones diarias que cualquier ama de casa realiza habitualmente en la calle, en el barrio.
Estas son las únicas credenciales que me asisten para poder decir que en mi comunidad, Castelldefels, puedo conducirme durante 24 horas sin ningún problema hablando solo en castellano en cambio es muy, pero que muy, difícil intentar hacer lo mismo en catalán... Si alguna vez me he negado a cambiar de idioma, porque me he dado cuenta de que mi interlocutor lo entiende perfectamente pero se empecina en rechazarlo, rápidamente se ha apelado a una falta de educación por mi parte...¡¿?!...
En los colegios, el idioma predominante en las clases es la vernácula pero en los recreos se impone la oficial, lo mismo que en los parques y demás lugares de ocio. Con lo cual los lugares donde predomina el catalán son: las aulas, la biblioteca municipal (en l'hora del conte) y en los impresos oficiales de los distintos estamentos de la ciudad (que no, en los empleados de dichos estamentos).
Entonces, yo me pregunto:
¿Pedirá firmas "CUTADANS PER CATALUNYA" para instaurar una escuela totalmente en catalán en mi ciudad?... Dado que lo que quieren es favorecer a la lengua discriminada...

Un saludo a todos
Lidia Cervantes

Anònim ha dit...

Lidia, déjate de currículos. Nada mejor que el sentido común y la inteligencia (que a ti te sobran) para poder analizar con agudeza la realidad. Lo que dice Lidia, Renato, es auténtico. Yo no puedo relacionarme todo el día (mercado, vecinos, bares, tiendas, llamadas telefónicas diversas, etc.) en catalán. En cambio, no tengo ningún problema para hacerlo en castellano. Una cosa es la ley, y otra la realidad. Es una inversión lingüística que se ha producido.
Me explico. Mi tesis doctoral versa sobre los sainetes en catalán del siglo XVIII y principios del XIX, cuando se empezó a recuperar, muy tímidamente y después de los
decretos de Nueva Planta de Felipe V (que imponían el castellano como única lengua oficial), el catalán en los escenarios. Pues bien, entonces la ley de la administración y de los documentos oficiales era el castellano, pero la gran mayoría de la gente no lo entendía bien del todo y era catalanoparlante monolingüe. De hecho, gran parte de la comicidad de estas obras de teatro se basa precisamente en esto, en los malentendidos lingüísticos (una especie de juego de los disparates).
Hoy en día, ocurre lo contrario. Aunque la ley marque una cosa, la realidad social va por otros derroteros. Y no sólo en el metro, en los patios de las escuelas y en las tiendas predomina de calle el español, sino que también (aunque no acaten la legalidad) muchos profesores imparten sus clases en dicha lengua.
Sigo pensando, Renato, que tu argumento facilita los míos, porque, del mismo modo que no te parece bien que esa gente de los lugares que tú mencionas, no tengan la oportunidad de aprender en su lengua, eso mismo es lo que nos pasa aquí. Si vale para ellos, también para nosotros, que no somos responsables de tener tanta inmigración ni tanta gente de fuera en nuestro territorio.
Por otro lado, tú, si eres profesor de inglés, compartirás seguro mi argumento de respeto absoluto hacia todas las lenguas. Precisamente, tú habrías de valorar que conocer muchas es un valor añadido para el conocedor (sea catalán, inglés, francés, o cualquier otra).
En cuanto a las páginas web de las universidades catalanas, mira, no te voy a quitar del todo la razón. El nivel en general (y si estás en la enseñanza lo sabes perfectamente) cada vez es más bajo. También en catalán algunas son un desastre. Sea como sea, has de comprender que estamos en Catalunya y que nuestra lengua madre, aunque haga años que no podamos disfrutarlo con la libertad que se merece, es el catalán, y sólo el catalán. Y te lo dice alguien que tiene la doble licenciatura y que adora la literatura hispánica. Alguien que no desea en absoluto que el castellano (como valor añadido que es)se pierda en Catalunya. Mis clases, cuando estaba en secundaria, fueron de castellano, para que me podáis situar bien.
Perdonad que me haya extendido tanto, y también que tal vez haya escrito muy deprisa, pero tengo mucho trabajo y no demasiado tiempo. Aún así, no quería dejar pasar la ocasión de contestar.
Disfruto enormemente con nuestros intercambios.
Un beso a todos,
Anna

Anònim ha dit...

Estimada Lidia,
no me gustaría que el tema se planteara de la forma "castellano vs. catalán", una especie de guerra de idiomas. Para mí es un problema de libertad y de imposición. Los castellanohablantes que se eduquen en castellano y los catalanohablantes en catalán, o por lo menos que tengan el derecho a hacerlo en la lengua que quieran. La uniformidad que tanto gusta a los gestores de la educación -sea a favor del idioma que sea- convierte la lengua en una forma de "elemento identitario" y por tanto de imposición cultural. Los que la padecieron en tiempos de Franco deberían comprender mejor que nadie la distorsión que comporta.
En Murcia sufrimos hace muchos años un leve intento de rescatar una presunta "llengua murciana" (cuyos restos se hablaban en parte de la huerta) y convertirla a través de la educación en la lengua propia de nuestra comunidad. Afortunadamente, pudo más el sentido común que el sentimentalismo identitario. Pero no descarto que algún político preocupado por el "murcianismo" de los murcianos nos endilgue la obligación de conocer "nuestra lengua".

Un saludo.

Anònim ha dit...

Anna, no termino de entender eso que dices de que "nuestra lengua madre es el catalán, y sólo el catalán", y por otro lado reconoces que en todos lados predomina el español. La lengua la hablan las personas, no los territorios. La lengua de los catalanes será la que libremente hablen los catalanes, sin imposiciones ni prohibiciones. Todas las lenguas están en continua evolución: nacen, cambian, y mueren, dependiendo de las comunidades de personas que las hablen. Por eso, si Ciutadans pide que los castellanohablantes reciban la educación en español, no creo, como dice Manel, que sea un intento de "desestabilización y ruptura de la cohesión de la sociedad catalana". Salvo que por cohesión se entienda uniformidad.

Saludos.

Charo Bolivar ha dit...

Hola a todos, estimados contertulios. Bien yo sólo puedo hablar desde mi experiencia. Nací en Jaén y con ocho años tuvimos que emigrar a Catalunya para poder tener una vida mejor (siete hermanos, imaginaos) Catalunya nos abrió los brazos, trabajando, todo hay que decirlo, nadie nos regaló nada (no como ocurre hoy en día con ciertas comunidades autónomas, pero ese es otro tema que sería interesante tratar) En Catalunya, todos y cada no de mis hermanos y yo nos hemos construido nuestra vida y, por supuesto, hemos aprendido a hablar el catalán, sin imposiciones, por que nos ha dado la gana. Por que para nosotros, que poca escuela hemos recibido, amamos la cultura del país en que vivimos, la respetamos y procuramos entenderla y añadirla a nuestras vidas. No hay nada más bonito que aprender, aprender sin tomarlo como una imposición, si no por el mero hecho de hacernos más sabios, los que se toman el catalán como una imposición son siempre los mismos, los de "España, una, grande y libre" y lo digo con la boca grande y con toda la acritud que puedo.

He trabajado diez años en la Bonanova, en una escuela de bastante renombre, lugar dónde supuestamente se ha gestado este partidito de "pijos". Y la conversación a la puerta de la escuela siempre giraba en torno a lo mismo, ¿Por qué tenemos que hablar catalán si estamos en España? Aquellos mismos que enviaban a sus hijos sin desayunar al cole (y a media mañana los niños se desmayaban en clase), porque en la nevera solo había mortadela, que era para la cena, que solo cenaban pan con mortadela, porque tenían que guardar dinero para dar de comer a los caballos y poner gasolina en sus mercedes y audis. Perdonad que me vaya por las ramas, pero conozco muy bien a esta gente que defiende el uso del castellano y sé de sus miserias y de lo que les costaba pagar el colegio de sus hijos, para pagarse sus torres en la Cerdanya. Ya me he vuelto a salir del tema, perdonadme.

Nunca he sentido el catalán como una imposición, si no como un reto más en la vida. y superar los retos es una manera de enriquecer a las personas, ¿no os parece?

Anònim ha dit...

Vamos a ver, Renato. Pensaba que partíamos de la base de que, en cada lugar, los naturales de allí tienen derecho a emplear normalizadamente su lengua. Emplearla normalizadamente significa hacerlo como tú usas el castellano en Murcia, o como un señor de París usa el francés. Eso, como ya te he explicado, aquí no ocurre. Por eso hay que tomar medidas. Los catalanes simplemente queremos preservar nuestra lengua como el bien preciadísimo que es.
En Catalunya (como en Euskadi, en Galicia, en el País de Gales, en el Quebec, etc.), existe lo que en lingüística llamamos un fenómeno de diglosia. Grosso modo, esto es: situación sociolingüística de dos lenguas que conviven con un valor social diferente. Para normalizar la situación, se empezó por la enseñanza, para luego pasar poco a poco a otras cosas, con el fin de devolver al catalán el estatus que le corresponde, para que recupere en todos los ámbitos el prestigio perdido a fuerza de imposición. Es decir, volver a invertir la situación.
Piensa que los últimos estudios sociolingüísticos demuestran que, aunque el conocimiento del catalán ha subido mucho, el uso ha disminuido. Y está claro que (también estudiado científicamente), mientras una lengua no se utilice a todos los niveles, corre grave peligro de extinción o de contaminación exagerada. Por eso se intenta que haya más medios de comunicación en catalán (francamente minoritarios), que el cine se doble en catalán (ahora es prácticamente testimonial), que la rotulación de tiendas y productos esté en catalán (aún queda mucho por hacer). Todo ello con la finalidad de situar la lengua a todos los niveles, y para que la gente se acostumbre a convivir con ella.
Tengo claro que los que vivís vuestra situación lingüística con normalidad, no lo entendéis del todo. Es cierto que las lenguas sufren cambios, pero esos cambios (o desapariciones) tienen que responder a mecanismos internos de la propia lengua (el tema del cambio lingüístico es uno de los más estudiados por los expertos), pero no puede permitirse cuando procede de una injerencia del exterior. Es decir, cuando responde a un proceso de imposición o de aniquilación premeditada.
¿No querrías salvar tú el español si de repente alguien decidiera menospreciarlo, prohibirlo o degradarlo en Murcia? ¿No eres partidario de preservar todo bien de la humanidad, sea animal, vegetal o cultural? La lengua es lo que nos distingue dentro del orden del mundo. Si voy a Francia, aprendo francés. Si voy a Italia, italiano. Si voy a Cataluña, catalán. Y eso no significa, te lo aseguro y creo que ya lo he dejado antes muy claro, renegar de la hermosísima lengua castellana (ni de su conocimiento ni de su uso).
Los catalanes, estimado Renato, sólo queremos sentirnos en nuestra tierra como tú te sientes en la tuya.
Un abrazo,
Anna

MANEL MORA ha dit...

Apreciado Renato,

en primer lugar, quiero decirte que conozco perfectamente la situación de las localidades que mencionas. Por un lado, porque es un problema parecido al que se vive en el territorio denominado "La Franja" (la "j" leéla como la "g" de George). Se trata de un conjunto de poblaciones catalanohablantes que adminitrativamente pertenecen a Aragón. Evidentemente (si te das una vuelta por allí lo podrás comprobar "in situ"), sus derechos lingüísticos se ven seriamente lesionados. Por otra parte, conozco perfectamente la problemática de Raspay, Torre del Rico o el propio caso de Villena. Aprobé las oposiciones a secundaria y bachillerato en Alicante. Siempre he sido una persona inquieta (Lingüísticamente hablando) y me he preocupado por conocer la situación de los territorios con lenguas minoritarias frente a las "fagocitarias" lenguas políticamente implantadas.

Entre examen y examen, una escapadita. A conocer. A estudiar. Tú eres de filosofía y me entenderás perfectamente el razonamiento. La verdad absoluta no existe. Es una entelequia. Es un espejismo que domina el "modus vivendi" del ser humano. No hay mayor convencionalismo que la lengua. Por lo tanto, forma parte de esa entelequia. El código lingüístico es puramente arbitrario.

Ahora bien, en tanto en cuanto que las sociedades configuran su estructura a partir de esa entelequia, hay que respetar, por tradición e historia, los códigos utilizados antes de llegar los fagocitos.

También comentas que obligan a tener conocimientos de "valenciano" (eres lingüísta y de sobras sabes que es catalán. Es la misma variedad lingüítica que puede darse entre un suizo (cantón francés) y un francés. A nadie se le ocurre decir que uno habla francés y el otro el suizo). ¡Y bien que me parece! Como he dicho antes, yo las aprobé allí. Tenía mi capacitación para dar clases en catalán expedido por la Generalitat de Catalunya, me lo convalidaron y, lejos de relajarme, me gradué en el módulo superior de valenciano. ¡Qué menos que respetar usos, normas, tradiciones y lengua de un lugar! ¿Esos que se ven obligados a emigrar (licenciados y maestros) no son capaces de superar un simple examen de lengua? Te lo dice un manchego, recuerda. Y para más INRI, a mí no me hacía falta. Mis clases, lógicamente, son/eran (me jubilaron por enfermedad) en castellano. Yo más bien diría que es una cuestión de militancia. Te lo digo con conocimiento de causa. No pretendo llevarte a mi terreno. Créeme, lo conozco por haberlo vivido. Y no un caso ni dos, sino muchos.

Finalmente, quiero decirte que, ¡por fin!, hemos encontrado el punto de encuentro. Estoy de acuerdo contigo. Las lenguas las hablan las personas, no los territorios. Ah, pero no te lo iba a poner tan fácil. Si las hablan las personas, éstas viven en un territorio (no son etéreas) y, por consiguiente, cuando una persona se muda a otro territorio, tiene la obligación de aprender, por respeto, la lengua de la tierra ocupada por las personas que allí se encuentran. Y viceversa.

Perdona que me haya extendido, pero cuando hablo de lengua, me apasiono.

Catalunya hace gala de un gran cosmopolitismo. Preserva los derechos e intereses de sus ciudadanos (sobre todo, de los escolares). En momento alguno los conculca, como quieren hacer creer. Y somos tan cosmopolitas que, fíjate tú, ya hay preparado un decreto ley del Parlament de Catalunya por el cual el próximo curso, no sólo estudiarán catalán, castellano e inglés, sino que se impartirán dos materias EN LENGUA INGLESA.

Y, cuando hablaba de cohesión, no me refería como tú dices al "fundamentalismo lingüístico". Por cohesión entiendo la perfecta armonía social que existe en Catalunya entre personas de distintos orígenes geográficos, creencias religiosas... En mi instituto (IES Milà i Fontanals), el 79% de la población estudiantil es inmigrante (marroquíes, paquistaníes, rusos, chinos... ¡Qué colorido y qué ejemplo de convivencia!) Una diversidad social y lingüística que nos enriquece, culturalmente, aún más.

¡Qué más se le puede pedir a un país!

Un abrazo, Renato.

Anònim ha dit...

No, claro que no Renato, yo tampoco que se plantee en esos términos. ¿Por qué dividir, pudiendo sumar?... En este caso, se entiende.

Pienso que, si de lo que se trata es de convertir en viables las dos lenguas indistintamente, la política lingüista de cada centro debería ser maleable y adaptarse a las necesidades (por carencia en una determinada lengua) de cada zona.
Por ejemplo; si el grueso de catalanoparlantes es mayor en el interior, pues allí habría que ceder alguna hora más a la docencia en castellano.
Si en las grandes ciudades, por diversidad de culturas, es el catalán el que flaquea será este el que deba ganar terreno en el idioma con que se deben impartir las materias. Teniendo en cuenta, claro, que en las ciudades también existen zonas de mayor o menor uso del catalán. Por ejemplo, en mi ciudad (que ya he mencionado) te aseguro que no sobra ninguna de las horas que se dedican al catalán.
Insisto, todo esto pensando en que deberíamos saber de forma fluida las dos.
No debería ser una cuestión de imposición de una sobre otra, si no de cuanto más y mejor se sepa mejor.
Mas de una vez me queda la impresión de que, los que protestan por tener que aprender catalán argumentando un apasionado amor por su lengua materna, lo que en realidad están ocultando con ello es la desidia que les produce el tener que esforzarse en aprender algo... A juzgar por los destrozos que, al hablar y escribir, perpetran a su tan amado idioma...

Un petonet a tots

Lidia Cervnates

Charo Bolivar ha dit...

Així es parla, Lidia!

Ahora ya entiendo porque se te ve tan poco por el foro.

Te he visto, se donde vives y ... bueno no sé donde trabajas.

Un saludo para todos y todas

Anònim ha dit...

En casa, hija en casa... :-)

Lidia

Anònim ha dit...

Lidia i Charo, moltes gràcies per les vostres valuoses aportacions.

Renato: creo que las intervenciones de Charo y Manel son muy importantes para que, los de fuera, entiendan la cuestión, ya que ellos son personas que no nacieron aquí y que tienen el castellano como lengua materna.
Aquí no hay ningún conflicto importante. La gran, enorme, mayoría de la gente, convive con las dos lenguas sin problemas y se interesa por cultivarse y aprender.
Sólo hay algunas bolsas (algunas por ideología, otras por ignorancia y las más -como dice Lidia- por comodidad) que tienen algún problema. Aún así, no pasa nada, porque pueden "vivir todo el día en castellano" y nadie se mete con ellos.
Te voy a explicar un caso que anoche me vino a la mente después de haber apagado el ordenador.
Conozco a una chica uruguaya del barrio (sin demasiada formación y que no tiene nada que ver con la filología) que vivió un tiempo en Málaga. Cuando se trasladó a Barcelona, venía con una serie de ideas preconcebidas que ella misma (sacó ella el tema) me ha dicho que no se ajustan para nada a la realidad. Sobre los catalanes, sobre la lengua, sobre las dificultades que por ese motivo tenían los inmigrantes. Ahora, está buscando por iniciativa propia un lugar donde estudiar catalán. Está orgullosísima de que sus hijas lo aprendan en el colegio. Considera que es un lujo aprender otra lengua y quiere compartir con las niñas ese conocimiento. Yo creo que esta chica representa la mayoría de la gente (en mayor o menor medida). También conozco a una boliviana que está haciendo lo mismo, y ya chapurrea mucho. Según me cuenta, su clase de catalán está llena de sudamericanos. En general, todo el mundo está bien aquí y nadie quiere marcharse. Me parece que es un ejemplo significativo para aclarar la cuestión.
Además, Renato, quien más y quien menos tiene familia de fuera. Mi madre es de Melilla, llegó aquí con 22 años, y te aseguro que no conozco a nadie tan enamorado de Catalunya.
Un petonet a tots,
Anna

Anònim ha dit...

Permitidme que esté de acuerdo con vosotros en varias cosas :-)
Completamente de acuerdo en que el conocimiento de las lenguas es un enriquecimiento personal y un valor que hay que potenciar. (Me he dedicado durante mucho tiempo a enseñar inglés, y para mí los idiomas son una pasión). Durante los 18 meses de mili viví rodeado de catalanes, y el catalán era el idioma "oficial" de la brigada. ¡Y estábamos en Cartagena! Así que no tuve más remedio que aprender a defenderme en ese idioma, por simple cuestión de "ósmosis lingüística". (Y bien que lamento no haber concluido del todo ese aprendizaje, aunque no tengo problemas para entender TV3 o Canal 9)
Yo me refiero a la imposición de quien dice: el idioma de España es el español, y por tanto es obligatorio que todos lo aprendan en la escuela. O bien: el idioma de los catalanes es el catalán, y por tanto es obligatorio. Yo creo que las dos afirmaciones son falsas. Se puede ser español sin que tu lengua sea el castellano y catalán sin que tu lengua sea el catalán. Y el que quiera, que aprenda más lenguas, que siempre será una riqueza impagable. Las dificultades de mi postura son más bien de orden práctico (Raspay necesitaría un profesor de catalán-valenciano para 3 alumnos, p.ej.) y de creación de ghettos lingüísticos. Pero no lo veo tan descabellado. De hecho yo me aficioné al inglés porque el primer año en la escuela no era obligatorio, y lo vi como una puerta abierta a otro modo de vivir más que como una asignatura a estudiar.

Un saludo muy cordial.

Anònim ha dit...

Exacto, Renato, me encanta tu frase: "lo vi como una puerta abierta a otro modo de vivir más que como una asignatura a estudiar". Creo que Charo, Lidia y Manel (y yo, por supuesto), suscribimos claramente tu comentario. En resumen, de eso va la cosa. Ni más ni menos.
Un abrazo,
Anna

Anònim ha dit...

Pienso que esa "puerta abierta" nunca debe ser impuesta como "elemento de cohesión identitaria". Insisto en que la lengua propia de Caluña no es el catalán, sino la lengua que hablen los catalanes. Como pueda llegar un día en que la lengua propia de los mallorquines no sea el español ni el catalán, sino el alemán, porque es la lengua que hablarán los habitantes de Mallorca. La historia y las sociedades cambian y se transforman, igual que las lenguas que hablan.
Esa identidad metafísica: Territorio de Cataluña - habitantes de Cataluña - idioma catalán es un ideal utópico y (entiéndaseme) en cierto modo totalitario, como lo fue en su día la identificación Territorio de España - españoles - castellanoparlantes.
Ya lo he dicho en un post anterior: tiemblo porque en medio de la fiebre identitaria que nos invade, algún político preclaro declare que el idioma propio de Murcia es el "panocho", o mejor aún, el cartaginés, y nos obligue a todos a aprenderlo para lograr la cohesión social y el sentimiento de pertenecer a un país y ser herederos de una historia.

Saluts a tots!

Charo Bolivar ha dit...

A ver, a ver, si entiendo tu postura, amigo Renato. Estás en contra de la imposición de un idioma, ¿no es así? Pero, hijo mío, dentro del orden de cada país hay un idioma que debe imponerse, y no imponerse, que es palabra harto desagradable, es un idioma que todo el mundo debe conocer. Así en Francia, el idioma es el francés, en Inglaterra, es el inglés, en Galicia, el gallego, en el Pais Vasco es el euskera y en Catalunya el catalán. Y no hay más vuelta de hoja (Anna esta expresión es catalana, ¿no? en castellano se dice de otra manera, es que es la única que me viene a la cabeza) Nunca he visto el catalán como una imposición ni nunca nadie ha dejado de hablarme por ser castellana (catalucia o andalana)Los que hacen un problema de ello son las personas que nunca están conformes con nada o tienen unos intereses particulares en ello. Esto quizás sea un 2% de la gente que vivimos en Catalunya, el resto convive con las dos lenguas sin hacer ningún problema de ello. Y esa es la gente que a mi me interesa.La que sale adelante y se adapta al país en que le toca vivir, porque vienen de un sitio donde han pasao mucha hambre y mucha miseria.
Los que hacen un problema, son esos que viven en Pedralbes y la Bonanova, los niños ricos que juegan a paddle y hacen snowboard y footing y zapping...

En Catalunya no existe ningún problema con el catalán, y si hablásemos los que si estamos de acuerdo en que hay que aprender la lengua del pais, callaríamos a esos cuatro gatos. Pero ya se sabe, que solo hace ruido el que se queja, los que estamos bien no decimos nada. Y eso no es justo.

Anònim ha dit...

Estoy de acuerdo contigo, Charo, en que tiene que haber una lengua oficial. Pero debería ser la mayoritaria, y no como en el caso del euskera, que no lo habla ni la cuarta parte de la población (si se sigue imponiendo a la fuerza para oposiciones, trabajo público, etc terminará por ser mayoritaria, como lo hizo el castellano en casi toda España).
El caso de Irlanda puede ser paradigmático. El gaélico es idioma cooficial en la isla, pero sólo lo habla un 2 % de la población. La gente habla inglés (el idioma de los ocupantes, para más inri) y el gaélico es sólo una asignatura más en la educación -que la mayoría quiere que sea sólo optativa. Los irlandeses han usado el sentido común. Podían haber intentado extender el uso del gaélico obligando a impartir la educación en ese idioma, considerándolo requisito para acceder a la función pública, prohibiendo los rótulos de las tiendas en inglés, etc. Pero dejando aparte el innegable valor sentimental y cultural del gaélico, han constatado la realidad: el idioma que hablan los irlandeses es el inglés, y por tanto ése es el idioma propio de Irlanda, y no el gaélico.

Saludos cordiales.

Anònim ha dit...

Renato, pensaba que habíamos llegado a un mínimo acuerdo, pero ahora veo que no. Incluso he pensado que anteriormente estabas haciendo intencionadamente de abogado del diablo. Creo que Charo te lo ha explicado muy bien (y muy legitimada, como he dicho antes, por no haber nacido aquí).
Veamos. No se trata para nada de imposiciones. Se trata de que hace años fue a nosotros a los que nos impusieron la prohibición de nuestra lengua, de nuestras instituciones y de nuestra identidad nacional. Es un conocidísimo método de represión, que, dicho sea de paso, se basa en la ignorancia más acérrima. En vez de sumar cultura, la restan.
Los catalanes, sin sangre y sin presiones excesivas (como muy bien dicen Charo y Manel y como yo he argumentado en los comentarios anteriores), sólo queremos recuperar lo que es nuestro. Y ya te dije también que hay numerosos motivos puramente científicos para hacerlo mediante una normativa que incluye, lógicamente, la enseñanza como uno de los primeros pasos.
Me deja anonadada que utilices el ejemplo de Mallorca, porque yo pensaba emplearlo ayer en el sentido contrario. ¿Tú crees que, tanto desde un punto de vista cultural como nacional y territorial, se puede permitir que los alemanes que vienen en busca de sol se carguen nuestra idiosincrasia? ¿Y si pasara en Murcia? Y ahora ya no sólo me refiero al catalán, sino a todos los lugares del mundo en donde no se pongan todos los medios posibles para preservar la cultura existente.
Lo vemos muy claro con las ballenas y las focas, pero no tanto con los bienes que no podemos tocar.
Querida Charo, tengo tal batiburrillo de frases hechas en mi mente que ya no sé la que es autóctona ni la que es una traducción/adaptación. Piensa que en las obras de teatro de mi tesis (muchas bilingües), los personajes se expresan con refranes y frases hechas cada dos por tres. Entre eso y este blog, al final me voy a volver tarumba (perdonad la bromita, pero a estas horas de la tarde ya tengo la cabeza llena de letras). En cualquier caso, creo que Renato te ha entendido.
Para acabar, Renato, después de este comentario me doy cuenta de que, aunque compartamos algunas ideas respecto al valor de las lenguas, nuestras posiciones están alejadas porque vivimos realidades muy distintas. El quid de la cuestión creo que está en que tú no has experimentado nuestra situación. Hay cosas que, para comprenderlas del todo, hay que vivirlas en persona. Por eso Charo, Manel y mis amigas hispanoamericanas lo entienden bien, porque están aquí.
Un abrazo,
Anna

Anònim ha dit...

Perdona, Renato, pero aunque el gaélico irlandés lo hable poca gente, es idioma oficial en Europa. O sea que algo más que el catalán ya tiene. Nosotros tendríamos que esperar (aunque somos bastantes millones de hablantes) que Andorra fuera un país de la UE para que fuera lengua oficial. ¡Toma ironía!
Por otro lado, ahora sí que me indigna una cosa que has dicho. Son tus afirmaciones respecto al euskera. Hijo, las cosas son al revés. El sentido común no está en renunciar (como dices tú que han hecho en Irlanda) a la lengua propia (aunque sea minoritaria), sino en salvarla. No me da la gana que nadie, nadie, se atreva a atentar contra mi derecho a usar mi lengua en todos los ámbitos, desde que me levanto hasta que me acuesto. Y los vascos igual.
¡Cómo se nota (repito) que tú no tienes ese problema! Además, según tú, si comprendes tanto que el castellano antes se impuso, ahora ¿qué hemos de hacer? ¿aguantarnos?
Viva. La resignación al poder. O sea, encima pagar la cama.
Arratsalde on!
Anna

MANEL MORA ha dit...

Renato, muy breve.
Según tu filosofía si ahora naciera un nuevo Jaume I y repoblara toda Murcia con catalanes, ¿el idioma oficial sería el catalán?

Te felicito por tu tolerancia y apertura de ideas lingüísticas. Si le digo esto a un paisano tuyo, la lía bien liada. Por lo tanto, chapeua, Renato.

Un abrazo.

Anònim ha dit...

Estimada Anna,
nada más lejos de mi intención que defender la extinción de los idiomas sin más. Pero los idiomas no son entes eternos anclados a una geografía y consustanciales con ella. Forman parte de una cultura, de una forma de ver la vida, y por tanto cambiante, viva, con una dinámica propia.(Aunque también hay lenguas sin cultura propia, como el esperanto, cuyos hablantes forman mayoritariamente una especie de cofradía internacional de buenas personas, o el interlingua).
El gaélico morirá cuando muera la cultura de la Irlanda rural y profunda que es su hábitat. Como murió el latín cuando se quebró el Imperio. En la Wikipedia hay un artículo dedicado a las últimas personas que hablaron un idioma:
http://es.wikipedia.org/wiki/Categor%C3%ADa:%C3%9Altimo_hablante_nativo

El idioma de estas personas murió cuando murió la comunidad cultural que lo sustentaba, absorbida por otra cultura o simplemente porque desapareció. En el caso del gaélico,Enda Kenny, líder del principal partido de la oposición, el Fine Gael, solicitó que fuera asignatura optativa -y no obligatoria- en los dos últimos años de secundaria, porque, a pesar de ser un hablante fuido del gaélico, dijo que creía que el irlandés obligatorio había hecho más mal que bien a la lengua.

O sea, que la solución no parece que pase por la imposición. El "panocho", dialecto del castellano con muchas influencias catalanas, está muriendo junto con la huerta murciana. Por favor, que para revivirlo no nos lo impongan como "la lengua propia de Murcia".

Ojo, reconozco que ese no es el caso del catalán, aunque sí se acerca más a lo del euskera (y los mismos vascos han impuesto el euskera batua como modelo unificador, y no han evitado que se extingan variedades dialectales como el roncalés. Fidela Bernat, muerta en 1991, fue la última hablante nativa del "uskara", dialecto roncalés del euskera.)

Tampoco niego el valor de la imposición política como "balón de oxígeno" para los idiomas minoritarios en una sociedad globalizada. Pero es que las imposiciones no me hacen mucha gracia...

En fin, para mí es un tema interesantísimo y disfruto mucho debatiéndolo aquí. Un saludo a todos.

Anònim ha dit...

Para Manel,
por supuesto que sí. Lo contrario sería hablar de una Murcia mítica, no real. Algo parecido está sucediendo en Estados Unidos con el español, por la demografía. Puede llegar un día en que el idioma propio de los californianos sea el español. No pasa nada. Es el mundo, que va cambiando. También se hablaba español en California antes, y desapareció en favor del inglés. Y no pasó nada. Nadie dijo "el idioma propio de California es el español". Dejó de ser propio cuando dejó de hablarse.

Y quiero hacer constar que siento una gran admiración por los idomas minoritarios, porque entre otras cosas obligan a sus hablantes a un ejercicio cultural de resistencia increíble, que merece ser valorado.

Un saludo.

Anònim ha dit...

Mis raíces también son; por un lado extremeñas y por el otro murcianas.
En el pueblo de mi madre (Molina de Segura), yo pertenezco a la familia de los "rescullo" ¿Te suena esta palabra Renato?... :-) Nada, una historia tan tonta como que un tatarabuelo mío "resculló" (¡Ay! Ahora no se si es con “LL” o con “Y” espero que me asesoréis) en una noche de tormenta... Cosas de los pueblos y sus motes

Pienso que el principal problema está en que nos empeñamos en que una lengua prevalezca sobre otra.
Debe ser que quien tuvo, retuvo, y el castellano sigue teniendo ínfulas de reconquista... Nunca han sido demasiado respetuosos con lo autóctono

¿No se podría tener curiosidad por lo de los demás, en lugar de recelo? Y, por supuesto, "donde fueres haz lo que vieres" además de respetarlo.

A finales de Octubre, la coral donde canto, estuvimos una semana invitados en Sevilla por una de las múltiples hermandades que cohabitan en esa hermosa ciudad.
Como lo que nos movía a todos era el amor a la música unido a una curiosidad recíproca por ver lo que hacían los otros, y no la hostilidad (que en la mayoría de ocasiones viene dada por dimes y diretes basados en tópicos absurdos aderezados por una sobredosis de desconocimiento) puedo decir que fueron unos días muy enriquecedores y positivos en los que erradicamos prejuicios de unos y de otros.
La cosa terminó con un intercambio de “pa amb tomaquet” para acompañar la riquísima gastronomía sevillana así como de partituras, ensayos, cantantes y directores, claro.
Ellos a nosotros nos enseñaron a cantar la "Salve rociera" y nosotros a ellos "L'emigrant",en catalán claro. Se negaron rotundamente a que les hiciéramos una versión traducida. Nos dijeron que, si en Catalunya se habla catalán ellos querían aprenderla así... Ni qué decir tiene que, si su hospitalidad ya nos había conquistado, este detalle dió de lleno en el corazón de cada uno de los cantaires de mi coral
Dentro de unos días nos devolverán la visita y, de veras, que nosotros estamos deseándolo. Espero que ellos también

Un abrazo
Lidia Cervantes

Antonio ha dit...

Sí, estimada Lidia, sin respeto y la valoración de lo que es distinto la convivencia se hace imposible. Y la diversidad es una riqueza en sí misma. Pero, como tú misma dices, "el principal problema está en que nos empeñamos en que una lengua prevalezca sobre otra". Cuando yo iba al colegio en Orihuela, en los años 70, muchos de mis compañeros internos eran valencianoparlantes, y se hablaban entre ellos y con algunos de los profesores en valenciano. Pero toda la educación la recibían en español. Y yo me preguntaba por qué no tenían ellos derecho a recibir en el colegio lo mismo que recibían en casa (claro, es que ellos eran españoles y el idioma propio de España era el español). Y había tolerancia lingüística y aceptación plena de la diferencia, pero se les estaba conculcando -a mi modo de ver- un derecho. Y eso es lo que yo pienso que está pasando en Cataluña, pero al revés, en favor del catalán.(Desde un relativo desconocimiento, lo admito).
Saludos a todos

Anònim ha dit...

Renato, tengo mucho trabajo y la verdad es que no puedo dedicar al blog todo el tiempo que me gustaría para argumentar con más detenemiento y acierto las distintas cuestiones. Sólo decirte, con respecto a esta última intervención tuya, que eso que dices sería si única y exclusivamente se impartiera catalán, pero las dos lenguas se enseñan por igual. Las mismas horas lectivas a la semana. Por otro lado, la prueba la tienes en que no hay nadie aquí que no conozca el castellano. Otra prueba es que los inmigrantes es la primera lengua (y a menudo la única) que aprenden. Si el catalán estuviera normalizado en el grado que tu insinúas, aprenderian antes catalán. En cuanto a la enseñanza, ya te dije (y no me lo invento, es una realidad auténtica que conozco de primera mano) que muchos profes dan las clases (de ciencias, o de historia, o de ética, o de lo que sea) en castellano. Depende de su procedencia y su costumbre, porque, pese a la ley, no hay nadie que ejerza una inspección y una presión seria en este sentido.
No me invento nada. Te lo aseguro, motivo por el cual te he ido insistiendo en que tendrías que estar aquí para comprender que lo que te decimos Lidia, Charo, Manel y yo es la realidad. Lo otro es propaganda política.
Todo esto al margen de lo que cada uno desee internamente. Sólo he querido reflejarte la situación real. Así que tranquilos, el castellano no peligra, como sí pasa con el euskera, el gallego y (aunque no en tan gran medida) con el catalán.
Saludos,
Anna

Charo Bolivar ha dit...

No, Anna, el català no está en peligro, y sabes por qué, porque hay una cultura muy rica en este país que lo mantiene y lucha por él. Cantautores, actores y actrices de teatro, escritores, docentes... en resumen, una cultura que ya desearían muchos. La educación es la base importantísima para que un pais tenga identidad y realidad. Yo procuro educar a mis hijos con unos valores que creo que no le hacen ningún daño; el respeto por su país, por su idioma y por las gentes que le rodean. Y eso pasa, por conocer la realidad histórica, que su lengua fue perseguida e incluso prohibida, y quien diga que ahora el castellano sufre persecución y está prohibido en Catalunya es que le está haciendo el juego a los que pretenden que todavía existan las dos españas. Y recordad, que una de ellas, ha de helarnos el corazón.

MANEL MORA ha dit...

Mi querida Charo,

ojalá tuvieras razón en lo que se refiere al no peligro de la desaparición del catalán. Pero, por desgracia, no es así.

Cuando Anna lo afirma, no parte (por desgracia, también) de una percepción suya. Una creencia. Una opinión.

No, querida Charo. Anna es una "científica" de la lengua y de la literatura catalana(no sólo es licenciada, sino que en breve será Doctora en filología catalana). Exponiéndote su currículo no prentendo deslumbrarte (nada más lejos de mi inteción). A pesar de nuestros títulos somos gente sencilla y humilde. Si lo saco a colación, es para indicaros que ella (y yo mismo) maneja estudios de sociolingüística. Trabajos elaborados por eminentes profesores catedráticos de la Universidad de Barcelona.

Los estudios consisten en llevar a cabo unas encuestas lingüísticas muy elaboradas para extraer, posteriormente, indicadores "científicos" de en qué estado se halla nuestra lengua. Os aseguro que os quedaríais heladas/os.

Es un tema muy extenso para exponerlo aquí. No es el lugar adecuado. Pero te lo intentaré sintetizar, con la pérdida de información que ello supone.

¿En qué estado se encuentra el catalán en estos momentos?

Es cierto que hoy día hay un mayor conocimiento de la lengua.Los niños la empiezan a estudiar a muy temprana edad. Por lo tanto, el dominio es bastante alto. Pero, ¿es suficiente el conocimiento para la conservación de una lengua? La respuesta es contundente: NO. Lo que preserva de la desaparición a cualquier lengua del mundo (en nuestro caso el catalán) es el USO. De ahí, las afirmaciones repetidas de Anna de la necesidad de su USO y PRESENCIA en todos los ámbitos de la vida de las personas (enseñnaza, rótulos públicos, prensa, música, cine, documentos públicos y privados, correspondencia de las empresas, TV, etc.). Dicho de otra manera. Pongamos un caso concreto como hacen los estudiosos de la lengua. Supongamos que vamos al dentista. ¿En qué lengua se te dirigen? Cuando contestan al teléfono, ¿en qué lengua lo hacen? ¿Y sus rótulos? ¿Tarjetas? ¿Recetas? ¿Folletos? ¿Podrías estar hablando al 100% catalán las 24 h. del día sin problemas?

Posiblemente, donde tú vives lo tenéis un poquito mejor, pero recuerda que la mayor parte de la población de Catalunya vive en el Barcelonès, Baix Llobregat y comarcas limítrofes. Lugares de un alto índice de castellanohablantes.

Los estudios (y Lídia sin ser estudiosa lo dibujó perfectamente) demuestran que ello es imposible.

A todo esto, hay que añadir la llegada masiva de inmigrantes (bienvenidos son), pero desde un punto de vista lingüístico han producido una recesión aún más importante del USO.

Sí que hay más conocimiento, pero ha bajado el uso social que, en definitiva, es la pantalla protectora de la lengua.

Ojalá todo el mundo hiciera y pensara como tú. Te felicito de todo corazón.

¡Ojalá pudiéramos cambiar el signo de los estudios! Pero la realidad científica es aplastante.

Espero haberte sido útil. Como puedes comprobar, el tema es demasiado complejo para poder exponerlo en unas cuantas líneas.

Un beso.

PD: te recomiendo que leas artículos del profesor Joan Solà, Premi Sant Jordi, (autor de la última y actual gramática de la lengua) y de Xavier Vila (experto en sociolingüística catalana contemporánea). Es el autor de los mejores estudios.

Antonio ha dit...

Perdona, Manel,
pero he visto en algunas webs que aseguran que lo de "Últimamente, sectores afines a "CIUTADANS PER CATALUNYA" están llevando a cabo una campaña de recogida de firmas, con la intención de instaurar una escuela en castellano" es un mensaje falso, que no se corresponde con las actividades de ese partido.
Aparte de eso, la Ley 1/1998, de 7 de enero, de política lingüística, dice claramente (Art. 21.2) que "Los niños tienen derecho a recibir la primera enseñanza en su lengua habitual, ya sea ésta el catalán o el castellano. La Administración ha de garantizar este derecho y poner los medios necesarios para hacerlo efectivo." O sea, lo que yo vengo diciendo en mis posts y lo que Ciutadans han pedido en varias ocasiones.
Un cordial saludo.

Anònim ha dit...

Tanto Manel como yo hemos intentado mantener esta controversia al margen de argumentos políticos y nacionalistas, al margen de sentimientos de nación y de no nación. Sólo nos hemos referido a ello tangencialmente. Yo he procurado que el intercambio estuviera basado en argumentaciones culturales, filológicas y científicas.
Pero ya veo que es imposible, Renato, porque estamos en un callejón sin salida.
¿Por qué? Vamos a ver. Yo sé que tú entiendes perfectamente nuestros argumentos, que incluso compartes en lo fundamental. Siendo tú profesor de idiomas, no podría ser de otra manera. No eres un ciudadano cualquiera de la calle sin inquietudes ni conocimientos lingüísticos. Por tanto, tus argumentos son sólo políticos.
Tú sabes tan bien como yo que la lengua se ha utilizado tradicionalmente como pieza clave en las cuestiones políticas y que, demasiado a menudo, una manera de hablar recibe un nombre concreto más en función de cuestiones de bandera que en cuestiones científicas. Me explicaré: el bajo alemán y el holandés, son la misma lengua. Si Holanda no fuera una nación independiente, no existiría la distinción, pero, como que lo es, existe. Motivos políticos.
El danés, el sueco y el noruego son la misma lengua (la diferecia entre ellas es menor que entre el andaluz y el castellano de Salamanca), pero, puesto que se trata de naciones independientes, se habla de tres lenguas distintas y se les da tres nombres distintos.
Motivos políticos.
Pues bien, lo mismo ocurre aquí y todos lo sabemos. Lo mismo nos estás justificando tú con tus manifestaciones. Motivos políticos. Que el fagocitario Estado espanyol se trague la riqueza cultural que tiene la suerte de poseer por motivos políticos. Por el consabido "divide y vencerás" que cree que lo hace más fuerte. ¡Uy! ¡qué miedo tiene el omnipresente castellano de que una lengua de tres al cuarto lo deje de lado en su propio territorio!. ¡Uy!. Tal vez es que los hablantes de esa lengua no son tan de tres al cuarto. ¿Qué más os da a los que no estáis aquí? Que yo sepa siempre hay que defender al débil. Es un axioma universalmente conocido e incuestionable.
No quiero caer en manifestaciones que no estén a la altura de este debate, pero me pregunto por qué no das credibilidad a lo que decimos los que sí vivimos en Catalalunya. Ah, sí, por motivos políticos.
En fin, al final siempre queda el argumento de esgrimir el desagradable: "el que no quiera, que se marche". Y te aseguro que la mayoría se quedaría.
Anna

Anònim ha dit...

Estimada Anna,
yo creo que desde el principio estos diálogos han tenido un marcado carácter político, empezando por el artículo de Manel. Yo sólo he querido buscar puntos de encuentro dentro de una realidad que reconozco que es compleja.
Por eso digo que creo que en Cataluña se está dando un proceso de imposición lingüística que no beneficia al catalán. Pretender que cada uno se eduque en su lengua materna creo que debe ser un derecho irrenunciable, dentro de unos límites. Y que ello no debe afectar al bilingüismo, ni al amor por el catalán, como muestra el caso de Manel. Pero de ahí a imponer que los rótulos de las tiendas sean siempre en catalán, que la educación sea siempre en catalán, etc. me parece que va contra la libertad de las personas.
Es como si para preservar la paella ante la colonización gastronómica de los burgers, la Generalitat valenciana obligara a servir paella como plato único a los restaurantes, los comedores escolares, etc.
Repito que me parece un tema complicado; por eso creo que no se debe acusar a Ciutadans de españolismo (que sería sin embargo una opción tan legítima como el catalanismo a ultranza) cuando solamente están pidiendo que se cumpla la ley.

Un cordial saludo.

Anònim ha dit...

Si uno de los temas más importantes en la vida de millones de personas, ha de frivolizarse hasta compararse con la paella, mal vamos. No sé en qué lengua debería repetirte que ya se enseña en catalán y en castellano, que hay las mismas horas lectivas, que
las clases se imparten en las dos lenguas dependiendo del profesor. Que la posición de gente como la de "Ciutadans" no responde en absoluto a la realidad generalizada. Bueno, creo que sabrás perfectamente que son la extrema derecha, y eso no es un secreto ni una apreciación personal. Te contaré que en el debate de TV3 durante el escrutinio de las recientes elecciones autonómicas, la representante del PP (una catedrática de derecho cuyo nombre ahora mismo no recuerdo) confesó que muchos sectores del PP se sentían aliviados de haberse quitado de encima esa parte de sus votantes por ser demasiado derechistas. Con eso te lo digo todo.
Y en cuanto a los rótulos y demás, me parece que ayer Manel lo sintetizó muy bien. Pero yo ya te lo diré como lo siento: EN FRANCIA SE ROTULA EN FRANCÉS, EN ITALIA EN ITALIANO, EN ESPAÑA EN ESPAÑOL. Pues, en CATALUNYA EN CATALÁN.
Te lo ha repetido Charo hasta la saciedad, y es andaluza.
No tengo nada más que añadir. Me parece que ya nos entendemos.
Anna

Anònim ha dit...

Estimada Anna, siento quitarte parte de tu tiempo para que lo dediques a este debate.
Pero a mí me gustaría debatir sobre argumentos. Según tus propios argumentos, Albert Boadella es de extrema derecha (¡lo ha dicho una del PP!) y, por supuesto, en Barcelona hay que rotular en español. (Que yo sepa, Barcelona es España, y en España, según tú, se rotula en Español)
Precisamente porque, como tú dices, el idioma es un tema importante para las personas, es por lo que no se puede frivolizar e imponer como si fuera un plato único (de ahí el ejemplo de la paella). Yo no veo la realidad en blanco y negro, e intento buscar matices en el debate.
Imponer un idioma por ley no es una cuestión lingüística, sino política, lo haga Franco o la Generalitat, me da igual. (Con eso no los estoy poniendo a los dos en el mismo nivel de legitimidad, que quede bien claro) Pero como a mí no me gustan las imposiciones, me dedico a buscar razones y a cuestionar mis propias convicciones. Pero si la razón es que en España se rotula en español y en Catalunya en catalán, aquí hay un conflicto, mientras Cataluña sea España. Pero es que yo creo que cada cual debe rotular en la lengua que le dé la gana, y no debería haber mayor problema en eso. En Mallorca he ido a sitios rotulados en alemán -no les interesaban los clientes hispanoparlantes- y no pasa nada. O aprendo alemán o me voy a comprar a otro sitio. Esa es mi postura. Pero siempre estoy dispuesto a cambiarla si se me ofrecen mejores razones, cosa que ya he hecho en más de una ocasión.

Un cordial saludo.

Charo Bolivar ha dit...

De momento , Renato, tu discurso es siempre el mismo: imposición, Espanya, Ciutadans. No has entendido ni una palabra de lo que te hemos dicho los que hemos participado en este debate. Quizás no quieras entenderlo, pero eso, a mi no me preocupa. La gente que no entiende que Catalunya tiene una realidad muy diferente del resto de Espanya, es la que desea mantaner la Espanya única, grande y ¿libre? Catalunya tiene una riqueza lungüistica y una cultura que ya desearían muchos, la TV de Catalunya no nos emite esos programas basura con el que intentan contentar al resto de Espanya. Emite programas culturales, musica, algún culebrón de producción propia y muchos documentales sobre el franquismo, la republica, la historia de Espanya y de Catalunya y la realidad política mundial. A veces, cuando veo el 30 minuts, sin ir más lejos,el domingo por la noche en su reportaje sobre la Ley de la Memoria Histórica, pienso, mientras se me saltan las lágrimas, "esto en el resto de Espanya nadie lo vería", se emitiría por la TV2 y a altas horas de la madrugada. ¡Esto! ¡Esto es lo que nos diferencia del resto de Espanya! Nuestra conciencia social, nuestra cultura, nuestra solidaridad... Por favor, Renato, ven a vivir unos años en Catalunya, ven a conocer a su gente, y verás como te enriqueces como persona y tus ideas cambian.
Mientras te dediques a mirar los toros desde la barrera y a criticar al torero, no conseguirás entender nada de nada.

Anònim ha dit...

Estimada Charo,
tienes razón en que no conozco la realidad catalana desde dentro, y en que vivir en Cataluña me enriquecería personalmente. Eso no quita para que, como ya he dicho, considere el catalán como una riqueza cultural de primer orden. No es ése el tema. Defiendo la libertad. Defiendo que los niños de Raspay, por ejemplo, se eduquen en su lengua materna, que NO es el castellano, sino el catalán-valenciano. Pero como aquí también hay patriotas de la lengua, y el idioma propio de Murcia es el castellano, ale, que se fastidien los catalanoparlantes.
Charo, si quiero implicarme en un debate que no me atañe de cerca, es porque me interesa el tema y creo que tengo algo que aportar. Ciutadans, por ejemplo, no habría surgido si toda Cataluña estuviera tan de acuerdo con la política lingüística como decís aquí. Pero bueno, se les tilda de extrema derecha y asunto zanjado.
En fin, reconociendo los innegables valores que tiene la sociedad catalana, lo que dices me suena un poco al "Spain is different" de hace unas décadas. Todos somos diferentes unos de otros. Pero eso no debe ser causa de separación, al contrario. Y aquí, donde os comunicáis personas que habéis vivido la fusión cultural, deberíais saberlo mejor que yo.
Charo, me dices una cosa con la que estoy radicalmente en desacuerdo. Es con que no quiero entenderos. Es todo lo contrario. Podré llegar en algunos momentos a ser provocador, pero siempre desde el interés en conocer y en intercambiar puntos de vista con los demás. Si no, me iría a los foros donde piensan lo mismo que yo, a decirnos unos a otros cuánta razón tenemos y qué malos son los demás.
En fin, un saludo muy cordial y perdonad la verborrea.

Anònim ha dit...

Charo, no ens posem nerviosos. Jo crec que en Renato ens entén més que no diu i simplement vol fer d'advocat del diable.
Renato: Charo, que nació fuera, se indigna como mi madre cuando oye ciertas cosas, porque, los que conocen la otra realidad, notan más la diferencia.
No se trata de volver a la idea falaz de "Spain is different" en el sentido peyorativo. Sí que es cierto que cada lugar tiene su propia idiosincrasia. No me hagas escribir, para poder justificar la rotulación en catalán, que, para mí, Catalunya "is not Spain". Lo que ocurre es que nos sentimos muy poco inclinados a identificarnos con quien reconoce tan poco y tan mal (hay excepciones, como en todo) nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra diferencia. Charo, como catalana de pleno derecho, seguro que piensa que tiene muy poco en común con la gente de Badajoz o de Sevilla (por poner dos ejemplos al azar). Seguro que se siente más cerca de un señor de Montpellier. Es así. Cuando te intentan hacer comulgar con ruedas de molino, cuando intentan que te creas que la Romería de la Virgen del Rocío tiene algo que ver contigo, pues claro, se te van cargando las narices.
El problema es que en España (con ñ) creen que la imposición por la fuerza de Felipe V tenía fecha de caducidad. Y que ya ha prescrito. Bien, nosotros pensamos que no. El principio del debate está ahí. Partiendo de esa base, viene el resto. Lástima que sea esa misma España (la de la ñ), la que no tenga la misma sensación de prescripción con respecto a Gibraltar.
Los catalanes (nacidos aquí y no) quisiéramos en una mayoría importante recuperar instituciones y libertad auténtica. Cuando sintamos de verdad que eso es así, las dos lenguas (no conozco a nadie que abogue por la desaparición del castellano, por algo nos preciamos de amar la cultura y de ser tolerantes) tal vez puedan convivir en un plano de mayor igualdad y entonces el catalán no corra peligro. Mientras tanto, intentamos salvarlo civilizadamente. No hay sangre, no hay peleas, no hay conflictos significativos. Sólo unos cuantos (repito, hay excepciones, como en todo) que hacen un ruido especial para llamar la atención (como dijo Lidia hace unos días). Óbviamente, quien quiere hacer ruido, lo hace.
Con respecto a Ciutadans, no soy yo quien dice que son la extrema derecha. Todo el mundo lo sabe.
Finalmente, no me robas el tiempo, Renato. A mi también me gusta mucho la controversia y el debate sano. Si tengo tanto trabajo, es un problema mío. Y si a veces lo comento, es precisamente porque escribo las respuestas con mucha celeridad y suelo tener la sensación de no apurar mi capacidad de expresión.
Sea como sea, ahora mismo sí que tengo un sentimiento disyuntivo: o hemos llegado a un callejón sin salida de verdad o mantienes tu postura por continuar con tu papel de abogado del diablo. Tan claro me parece que, desde Catalunya, todos hemos argumentado.
Un abrazo,
Anna

Anònim ha dit...

Estimada Anna,
mi postura de "abogado del diablo" no es una pose; pienso lo que digo, y procuro argumentarlo. Quizá hayamos llegado a un callejón sin salida porque todo nacionalismo (y aquí entra en juego también el lenguaje) pertenece al terreno de lo simbólico y de la identidad, de lo "sagrado" en su sentido de "separado". Funciona como una fe, y por tanto es inasequible a la argumentación racional.(Lo cual no implica, quede claro, falta de cultura o de educación) En este asunto sí que sabía que era terreno difícil. Permitidme por último un par de preguntas: A 20 kms de donde vivo, hay niños catalanoparlantes que no reciben la educación en catalán, porque el idioma propio de Murcia, como todo el mundo sabe, es el español. ¿Os parece bien?
La ley de política lingüística de la Generalitat establece que los niños tienen derecho a ser escolarizados en su lengua materna. ¿Se debe obedecer esa ley o no?
(Dicho todo con el mayor cariño y respeto, que parece que tengo que repetir continuamente que no soy ningún hooligan españolista...)

Bueno, después de tantos posts sí que tengo que pedir disculpas por la invasión que he hecho del blog...

Saludos cordiales.

Anònim ha dit...

No, no, invasión no. Ni mucho menos. En este sentido, ya te he dicho antes (y Manel seguro que piensa lo mismo) que considero muy interesante la controversia.
Te contesto en concreto a lo que me preguntas:
Los niños catalanoparlantes de tu comunidad. Bueno, es un problema de difícil solución, pero creo que la tendría si las administraciones trabajaran de acuerdo y hubiera más comprensión. En las zonas fronterizas suele ocurrir esto. Ya comentó Manel que es exactamente lo mismo que pasa en los pueblos de La Franja (Fraga, Mequinensa, etc.). Allí hay un movimiento bastante fuerte para conseguir la enseñanza del catalán (y, en lo posible, en catalán). Me parece que se ha avanzado bastante. Yo creo que, en Murcia, sería deseable que también surgiera un movimiento organizado (seguramente ya existe y yo lo desconozco) para que estos niños, si no toda, recibieran una parte de su educación en su lengua. O por lo menos, clases de dicha lengua. Ya sería algo.
Lo otro: no se conculca el derecho de nadie, porque eso ya es así. Te repito (pero me parece que no te lo crees) que se enseñan las dos lenguas y que muchos profesores dan la clase en castellano. No hay nadie que entre en las aules y les llame la atención. Yo conozco muchos. Por otro lado, se organizan aulas de acogida para los inmigrantes que acaban de llegar y son aulas que se ocupan por igual de intentar ponerlos al día en una lengua y en la otra. Si ya son hispanohablantes, tienen menos problemas, y, si no, se les forma (ojalá fuera fácil) en las dos lenguas por igual. Porque eso es hacerles un favor, en función de la realidad que aquí van a encontrar.
Mi hija y mis sobrinos, por elección paterna, han recibido y reciben su educación en escuelas activas catalanas. En ellas sí que todo es en catalán (aunque se respetan a rajatabla las horas de castellano, por supuesto).
Mira, te pondré un ejemplo. La pareja de mi hija es italoespañol (padre italiano, madre nacida en Catalunya pero de ascendencia castellana). Él habla con igual fluidez las tres lenguas, y eso que se ha educado en las escuelas italianas. También habla el inglés, pero ésa es ya otra historia. Es otro buen ejemplo de que la convivencia se produce con facilidad.
La cuestión está también, Renato, en que si se persiste en la actitud de separar a los niños en función de la lengua de sus padres, nunca habrá integración plena de todos. Los guettos lingüísticos, a un nivel y a otro, se seguirán manteniendo, y no creo que eso sea, en el siglo XXI, deseable.
Otro ejemplo: un buenísimo amigo mío, argentino. Tiene 27 años. Nació allí y vive aquí desde la adolescencia. Habla castellano (con su acento porteño) y catalán a la perfección (de hecho, yo supe que era argentino cuando ya estaba harta de hablar con él en catalán). Ahora ha hecho un Erasmus en Italia y ha vuelto con una novia italiana simpatiquísima que ya chapurrea español y catalán a las mil maravillas.
Estas son las realidades variadas, en un clima de gran diversidad y tolerancia, que vivimos aquí. Esto nos da a todos una riqueza de la que nos sentimos orgullosos, y especialmente los que vienen de fuera y constatan la diferencia (lo dicen repetidamente: Charo, Manel, Juanito- mi amigo argentino). Por eso las posturas como las de Ciutadans són tan sorprendentes para la mayoría.
En fin, ven una temporadita y lo verás.
Seguro que te gusta.
Anna

Anònim ha dit...

Estimada Anna,
por supuesto comparto con vosotros ese idílico mundo de tolerancia y multilingüismo en que, según me decís, se ha convertido Cataluña. Y ya dije en otro post que me preocupa el tema de los "ghettos lingüísticos". Pero entonces ¿a qué viene la imposición? Eso, para mí, es una muestra de debilidad, innecesaria en una cultura que se autoestima y se valora a sí misma.(En un post anterior, Manel reconocía que se está avanzando en el conocimiento, pero baja el uso). Igual que el independentismo. Pienso que confía poco en su propia identidad quien para afianzarla necesita sentirse separado de los demás. Pero bueno, también es cierto que yo no vivo allí y no puedo formarme una opinión fundada.
Una curiosidad, ¿de verdad pensáis que Boadella y Arcadi Espada son la extrema derecha? Os lo digo porque yo sí he conocido la extrema derecha de Fuerza Nueva y los Guerrilleros de Cristo Rey... Y no tienen nada que ver, la verdad.
Bueno, ya no doy más la lata por hoy. Salu2.

Anònim ha dit...

Bueno, bueno, bueno... Al Sr. Boadella echémosle de comer a parte. Este no es ni de derechas ni de izquierdas; es un caso flagrante de militancia en el partido "yoista"... Claro que, este partido solo cuenta con un miembro... Él...

Tampoco sé hasta qué punto se puede dar credibilidad a alguien que aquí dice que en los lugares donde el ayuntamiento está bajo la batuta de un alcalde del PP no hay lugar para la cultura, y luego en Madrid, porque la señora Aguirre le subvenciona la obra en cartel (que dicho sea de paso disparaba contra nosotros, en pleno debate por l'estatut, si no ya hubiéramos visto...) resulta que el PP es el partido mecenas de la cultura... En fin que es un caso viviente del lema aquel que decía; que si a los 20 no eres revolucionario no tienes corazón, y si a los 40 no te vuelves conservador no tienes cabeza...
Personajes anecdóticos a parte, yo pregunto:
Una vez "Ciudadanos de Cataluña" haya conseguido todas las firmas y salvo que consiga la de los siete millones de catalanes... Los que no hemos firmado ¿Podremos exigir que se impartan las clases en catalán en su totalidad?... Puestos a frivolizar...
Imaginemos que se salen con la suya. ¿Tendrán luego derecho a quejarse cuando se les exija un buen nivel de catalán para trabajar en determinadas áreas?... Son ganas de complicarse la vida, cuando es tan sencillo ir adquiriendo el idioma de forma paulatina a medida que estudias. Ojala lo hubiera tenido yo tan fácil

Un saludo
Lidia

Anònim ha dit...

Sí, Renato, sí, son de derechas. El término "extrema" tal vez está lleno de connotaciones todavía de la violencia franquista, aludiendo precisamente a las organizaciones que tú mencionas. Si lo prefieres, digamos que están más a la derecha que el PP. Lo que ocurre es que, supongo, que sin organización armada y subversiva. La catedrática de derecho que te comenté (sigo sin recordar el nombre) se expresó con absoluta claridad. Los llamó radicales y que mejor quitárselos de encima. Lo que ocurre es que aquí ha habido un poco de malentendido, que seguro que Lidia y Charo también han detectado.
Yo conozco gente del barrio, por ejemplo, que en el bar de un amigo me decían lo siguiente en el período preelectoral: "los políticos todos son unos falsos y unos hipócritas, van a su interés, yo voy a votar a esos que van desnudos, hala!". Luego, esas mismas personas (desencantadas al máximo tras el período complicado y agotador del Estatut) se han tirado de los pelos cuando han comprendido quien eran esos, los desnudos. Es decir, Ciutadans. Muchos no sabían ni que se trataba del partido de Boadella (que, dicho sea de paso, está como un cencerro y que Lidia ha definido muy bien). Muchos lamentan profundamente su voto.
Y en cuanto al paraíso multilingüe, de paraíso nada. Pero sí de lugar cosmopolita y abierto donde se lucha con educación. No voy a entrar nuevamente a enumerar los motivos por los cuales el catalán necesita ser defendido. Creo que se ha hecho con claros argumentos científicos en los posts anteriores. Eso sí que estoy segura que lo comprenderías mejor si estuvieras aquí.
No creas que soy optimista, Renato, más bien al revés. Cuando te ponía los ejemplos concretos de mis conocidos ayer, era para demostrar que el clima en el cual se vive según Ciutadans, no es verdadero. Es una mentira. Y eso sí que te lo puedo asegurar categóricamente.
Y no creas que es porque estoy en una especie de oasis filológico en la facultad. Vivo en Sants, uno de los barrios de Barcelona con mayor inmigración y me relaciono con mucha gente diferente. Además, mi barrio (aunque parezca imposible) es todavía como un pequeño pueblito con identidad propia dentro de la gran ciudad.
Espero haber respondido a todo. Ahora vuelvo a mis sainetes.
Un abrazo,
Anna

Anònim ha dit...

Tengo la sensación de no haberme expresado bien, porque, como siempre, he escrito muy deprisa. Supongo que sabes que la propaganda del cartel electoral de Ciutadans era un hombre desnudo. A eso me refería. Y también a que se disfrazan con una pátina de modernidad metrosexualoide para dar una idea distinta de lo que son en realidad. De ahí la confusión de la gente a la que me refería: pensaban que eran personas modernas y dinámicas con propuestas sencillas y claras. Pero, en cuanto tuvieron sus escaños confirmados, "salieron del armario" (con todo el respeto para una expresión del colectivo gay).
En cuanto al catalán, también quería aclarar con un ejemplo lo que se preconiza. Mi amigo el argentino, 27 años. Vino adolescente. Sus padres, por tanto, llegaron de adultos. No hablan el catalán, y nadie lo pretende. Sólo lo entienden y lo respetan. Lo que sería deseable (y de ahí la legislación en la enseñanza) es que las segundas generaciones (y más si han nacido aquí) sean capaces de manejar el catalán sin problemas. Como mi amigo y (esperamos) sus futuros hijos. Y usar y considerar la lengua como lo que es, la lengua propia del lugar en el que se encuentran.
Por otro lado, si el catalán necesita protección no es sólo por el miedo a la desaparición. Casi es peor el temor de una contaminación como la que está sufriendo (lleno de vulgarismos, castellanismos, calcos lingüísticos importados, etc.) que desvirtue su esencia. No me refiero a los cambios típicos de toda lengua, cambios internos y sostenidos, sino a una auténtica invasión que podrías corroborar si estuvieras aquí. En Barcelona y su área metropolitana la calidad de la lengua mengua cada día, a todos los niveles (fonético, léxico, morfológico, sintáctico). Hay estudios que lo demuestran, evidentemente. Nunca digo nada que no tenga una base científica, real y comprobable.
Espero haberme explicado mejor.
Un abrazo,
Anna

Anònim ha dit...

En algunas películas de ambiente carcelario hemos podido aprender como, de exhaustivo, es el cacheo que se lleva a cabo cuando alguien de la calle entra en el recinto penitenciario, ya sea en calidad de reo o en calidad de visitante, para asegurarse que nadie lleva nada escondido.
Esto nos ha enseñado que por muy desnudito que esté alguien siempre hay lugares estratégicos donde esconder algo... A los pocos días de concluidos los comicios catalanes, el señor Albert Rivera, nos ha demostrado que también es un “humilde” mortal y escondía cosas... ¿Dónde?... Eso lo dejo a vuestra imaginación... En mi opinión, este partidito con piel de cordero, viene dispuesto a “donar mossegades de llop”... Lastima que más de uno de sus, esporádicos, cabreados y tránsfugas, votantes se hayan dado cuenta tarde...
Del Sr. Boadella, ya dije ayer lo que pensaba de él, para qué dedicarle más tiempo... Salvo que intente hacer una tesis doctoral sobre psiquiatría...

Pasando a otra cuestión:
Acabo de ver en, “Els matins” de TV3, la entrevista que Josep Cuní le ha hecho al Sr. Ernest Maragall, con motivo de los cambios en las horas docentes de los distintos idiomas que se tienen previstos para el próximo curso escolar:
Se disminuyen las horas de catalán, aumentan en una hora las de castellano y en dos las de ingles.
El señor Maragall asegura que ello no va en detrimento del catalán, todo lo contrario (según él) y también a favor de la tercera lengua. A su vez se retomará el proyecto de inmersión lingüística, o sea, rotulación en catalán, etc., etc...

A ver, alguien me lo puede explicar mejor... Debe ser que por la hora estoy algo tontita... O no tiene nada que ver la hora... Pero ¿Cómo puede favorecer a una lengua, que ya tiene dificultades, estudiarla una hora menos?... Pido ayuda a las doctas plumas (bueno, teclados) que intervenís en este reducto de paz, donde dialogar no es delito, para que me ayudéis a entender algo...
Debe ser que mis neuronas son algo cortitas... 

Un saludo y un abrazo a todos

Lidia Cervantes

Anònim ha dit...

Lidia, benvolguda:

Yo, como filóloga, estoy de acuerdo en aumentar las horas de castellano y las de inglés. También las de catalán, y las de matemáticas. El motivo es la baja preparación de nuestros estudiantes. Todas estas asignaturas instrumentales deberían potenciarse, porque, aparte de que representan la formación básica del individuo, son "el instrumento" para entender mejor el resto de materias. Quiero decir, si uno no sabe leer bien, interpretar correctamente un texto y no conoce un vocabulario suficientemente amplio, difícilmente podrá avanzar en su formación, porque no entenderá los textos de ciencias, de historia, etc. Por tanto, yo pondría una hora diaria de todas estas asignaturas, incluido el catalán, por supuesto (conoces sobradamente mi forma de pensar). Otra cosa es que la Generalitat proteste por la injerencia en sus funciones y quiera llevar las cosas según la legalidad vigente. Ahora bien, reducir el catalán nunca, por todos los motivos que ya he esgrimido repetidamente.
Hoy en día se ha cedido demasiado terreno a materias como la educación física, las tecnologías, etc. (que nadie dice que no sean importantes, pero, desgraciadamente, las estadísticas cantan). Si nuestros alumnos son los peor preparados de Europa, hay que hacer algo. Ese algo no incluye, en el caso catalán, reducir las horas lectivas en nuestra lengua. Of course.
Un beso,
Anna